28.9.12

LA MEUA EXPERIÈNCIA EN EDUCACIÓ FISICA

Soc Marta Claramunt Olmos, i com el meu company i companyes han fet, vaig a contar-vos la meua experiència en l'Educació Física al llarg de la meua educació.

La veritat és que de la pràctica d'Educació Fisica en la etapa de "preescolar" (com es deia entonces...) recorde ben poques coses, puc contar que feiem algún recorregut amb obstacles pel pati, jugavem a pillar, amb els típics pneumàtics que podiem trobar en aquella época al pati de totes les escoles...

Durant la Educació Primària si que recorde més que realitzabem nombrosos jocs al pati, com poden ser els tradicionals: botàbem a la corda, jugàvem amb la goma... també jugàvem a futbola, a voleibol, handbol, béisbol...

La veritat és que a l'escola teniem bons materials per als esports.-El que més agradava als xics era jugar a fútbol, com no... però les xiqeus no voliem jugar amb ells, eprque en regla general, eren millors que nosaltres i no ens passàven la pilota. Aleshores el professor (algun que altre dia) ens deixava fer altra cosa a les xiques, com per exemple ens ensenyaba a fer el "pino" en la paret, jugar amb els aros...

També tinc un lleuger record de unes proves que ens feien amb el baló medicinal, a les espatlleres del gimnàs i quan ens pesàven i ens medien a l'escola.

Al passar a la Educació Secundària ens van canviar al professor d'educació fisica... i va passar una cosa que a tots ens semblava molt estranya... teniem llibres d'Educació Fisica!! Teniem unxicotet llibre i un quadernet on s'explicàven les técniques d'alguns esports, els exercicis aeròbics i anaeròbics... alguns dies abans de començar la classe donàvem un poc de teoria.

Al batxillerat recorde l'Educació Física molt dura, amb proves de resistencia, exàmens pràctics...

Però en general la experiència ha sigut bona, i sempre m'ha agradat aquesta assignatura.



26.9.12

Cómo ha evolucionado mi experiencia con la Ed. Física

Me llamo Arantxa Candelas Galavis, tengo 22 años y estoy estudiando el grado de Educación Infantil desde hace dos años.
Mi experiencia en la asignatura de educación física, como a continuación veréis, ha ido evolucionando a lo largo de los años. 

El primer contacto que tuve con ella fue en preescolar, cuando tenía 4 años, pero no la llamábamos educación física, la llamábamos psicomotricidad. 
Realizábamos sesiones de 45 minutos, aproximadamente, dos veces por semana y todo se reducía a circuitos como por ejemplo: saltar con los pies juntos dentro de los aros, lanzar una pelota a una canasta, rodar por una colchoneta, arrastrarnos como una serpiente y/o subir un par de escalones...
Recuerdo esta etapa llena de tensión cada vez que llegaban estas sesiones, y todo lo que puedo hacer sobre esto son suposiciones; puede que no me viese demasiado madura o tuviese miedo de hacerlo mal o quien sabe que pasaría por mi cabeza. El caso es que no me gustaba demasiado ir a la sala de psicomotricidad.

Cuando pasé a primaria esta tensión disminuyó, aunque no llegó a desaparecer. En este periodo, en las clases de educación física aprendimos las reglas de juego de diferentes deportes (béisbol, baloncesto, atletismo...) además de realizar diferentes actividades como correr (dar vueltas al patio), saltar a la comba (un juego bastante popular entre las chicas de mi clase, los días que el profesor nos dejaba hacer juego libre), saltar aros, dar volteretas, hacer el pino, estiramientos... Y realizábamos juegos como el "balón prisionero" o el "come cocos". Pero seguía sin gustarme esta clase.

La cosa empeoró cuando empecé la ESO, ya que los profesores eran mas estrictos y nos hacían correr (algo que sigue sin gustarme) y nos calificaban. 
Pero a partir de 3º de ESO la cosa cambió. Con el cambio de profesora en esta asignatura mi concepción de la educación física fue a mejor, aunque correr (test de navette o test cooper) seguían sin gustarme. Esta nueva profesora, aunque era mucho mas estricta, nos enseñó nuevos deportes como: el baseball, colbol, badminton, voleibol... y pasó de ser un mal trago a ser una de las asignaturas que mas me gustaban.
Tanto me gustó, que en 2º de bachiller, donde la educación física es optativa, fue una de las asignaturas que elegí para terminar mi etapa en el instituto. En este curso hacíamos natación, tenis, atletismo y nos preparamos para las pruebas físicas que a algunos les tocaría realizar para seguir con su formación.

Así que, como veis, mi trayectoria personas alrededor de esta asignatura ha sido un va y ven de sensaciones positivas y negativas.

Arantxa Candelas Galavis

25.9.12

La educación física durante mi etapa escolar

Durante mi etapa en educación infantil, la gimnasia estaba muy presente en nuestro horario de la semana escolar. Recuerdo que esa asignatura me encantaba ya que podía ''jugar'' con mis compañeros de una manera divertida durante estas horas. Realizabamos una serie de circuitos que nuestra profesora nos confeccionaba con muchos tipos de materiales como aros, colchonetas, pelotas, construcciones con un tacto muy suave y blandito, túneles... Con ellos practicábamos el salto, el gateo, volteretas y correr en cortas distancias. También realizabamos bailes en los que debiamos llevar como podiamos la coordinación entre todos. Yo siempre me liaba a la hora de realizar algunos pasos de la ''sencilla'' coreografía, ya que no se me daba demasiado bien en esa etapa.

Cuando pase a la educación primaria, cambió por completo la asignatura. Realizábamos cada semana un tipo de deporte como el futbol, el hockey, el baseball, el voley... Mi deporte favorito era el baseball ya que me gustaba golpear con el bate lo más fuerte posible la pelota y después salir corriendo para poder obtener una carrera. También realizábamos juegos tradicionales como el ''juego del pañuelo'', ''balontiro'', ''churro media manga mangotero'', ''policias y cacos''... Estos eran los juegos más demandados por nosotros. Recuerdo que cuando teniamos tiempo libre, las chicas jugábamos a balontiro mientras los chicos jugaban a fútbol. ¡Era divertidísimo!

Pienso que la gimnasia es imprescindible, y es por ello que hoy en día, sigo practicándola de forma habitual y constante. Los niños y niñas, pueden aprender mediante ella de una manera divertida y amena junto con el resto de sus compañeros, lo que hace que se potencie el ámbito social durante las sesiones.


 ''Mens sana in corpore sano''

 
 
TAMARA GALLART OBARTI

23.9.12


 
Mi experiencia en educación física...
 
Según los comentarios de mis padres, abuelos y familiares más cercanos, en mi niñez era una niña bastante miedosa. Mis primeros pasos no se dieron hasta los 18 meses y recuerdan como me desplazaba por la casa realizando tramos muy cortos y, eso sí, teniendo bien asegurado cualquier punto de apoyo en cada una de las metas que me marcaba.

En el periodo de escolarización de la escuela infantil recuerdo tener verdadero horror a los grandes columpios de los cuales disponía el patio. No obstante, no recuerdo ningún momento dedicado a actividades psicomotrices ni materiales de este uso dentro de la escuela.

 Este sentimiento de miedo siguió al pasar al segundo ciclo de educación infantil. Prefería jugar a correr, saltar, trepar…evitando siempre aquellas instalaciones que eran utilizadas para engancharse por los pies y ponerse boca abajo o las típicas barras para dar volteretas.  

Mis padres en todo momento proponían actividades de ocio con un carácter motriz como hacer excursiones de senderismo, ir en patines, montar en bici,…No obstante mi verdadero horror eran las volteretas, y es en esto donde recuerdo mis peores momentos en educación física en la etapa de infantil. Recuerdo el gran entusiasmo de mis compañeros ante esta actividad al igual que yo recuerdo mi gran temor cuando llegaba mi turno en la fila, apoyaba la cabeza y el maestro  me agarraba por los tobillos y me impulsaba hasta dar la voltereta. Este miedo lo perdí una vez yo me sentí lo suficientemente segur para poder realizarlo por mí misma, sin ayuda de nadie y practicando en la cama de mi habitación sin que mi madre me viera.

 Poca a poco, se nos fue introduciendo en diferentes modalidades de juegos deportivos o juegos de equipo regidos por una serie de reglas. Incluso recuerdo mi gran entusiasmo al realizar actividades de resistencia y no con las que tenían que ver con saltar el potro, hacer  la “estrella lateral”…como bien se puede observar me gustaba tener los pies bien puestos en la tierra.

Con el paso de los años fue mejorando mi interés por el deporte y aunque haya perdido el miedo ante cualquier actividad y lo practique de manera habitual, sigo manteniendo  mis gustos. Mi recuerdo por esos malos momentos han tenido trascendencia en el presente y no soporto que me agarren de los tobillos y me levanten las piernas.

Como reflexión propia, me gustaría decir que debemos tener en cuenta el nivel madurativo de cada niño en cualquiera de las áreas que trabajemos. Los niños deben ir descubriendo su propio cuerpo así como sus posibilidades, es por ello por lo que no debemos medir a todos con el mismo patrón ni “obligarles” a realizar actividades de las cuales no se muestren seguros.

 

MARTA PLANELLS ALMENDROS

21.9.12

Soy Iván Martínez Gómez, acabé la diplomatura de maestro de educación primaria hace dos años y ahora estoy realizando el grado de maestro de educación infantil.
Mi relación con la educación física en los primeros años siempre fue muy positiva ya que lo me lo pasaba muy bien con mis amigos jugando a los distintos juegos que planteaba la maestra. Me gustaban especialmente los que consistían en pillar a alguien o los que se jugaban con algún tipo de balón o pelotas. Conforme fui avanzando en educación primaria me decantaba más por la práctica de deportes, principalmente fútbol y balonmano (del que he sido durante bastantes años jugador en distintos equipos). Sin embargo las sesiones en las que se practicaba baile o algún tipo de ejercicio de expresión corporal siempre se me han dado peor y me han gustado menos. Pero en términos generales la clase de educación física siempre era una de las que esperábamos con más ganas la mayoría de mis compañeros y yo a lo largo de la semana.

IVÁN MARTÍNEZ GÓMEZ